#10 Ya, pero es que los medios no esta diciendo que son más malos que lo que ya había antes de llegar ellos. Estamos hablando de que los medios están omitiendo que estos son los mismos que atentaron contra nosotros, porque si el titular fuese "El mismo movimiento terrorista que atentaron en Madrid y Barcelona han tomado Siria". Pues seria mucho más claro para todos saber quienes son en vez llamarlos "rebeldes". Creo que la diferencia es muy sustancial.
#42 Imaginemos por un momento que llevásemos al extremo las restricciones que algunas personas desean imponer sobre los derechos de la comunidad LGTBI, pero aplicándolas a la religión. En este escenario, se podría argumentar que, si no se puede probar la existencia de un dios y se tiene un historial de violencia asociado a las religiones a lo largo de la historia, se deberían prohibir sus símbolos en instituciones públicas, anular el derecho de reunión para manifestar el culto públicamente y considerar cualquier afirmación de comunicación divina como un caso clínico.
Ahora bien, ¿esto sería justo? La respuesta para muchos sería no, y con razón. Prohibir una creencia religiosa por su historial o por diferencias de opinión sería una violación de derechos fundamentales, como la libertad de pensamiento, religión y expresión. Estas son libertades que nuestra sociedad protege para garantizar la diversidad y la convivencia.
Sin embargo, este ejercicio mental sirve para ilustrar algo importante: lo mismo que parece una injusticia para la religión, lo es también para otros colectivos, como las personas LGTBI. Querer eliminar la visibilidad de una bandera o restringir derechos basándose en creencias particulares es equivalente a pedir que otros pierdan sus libertades por razones ideológicas.
En una sociedad plural y democrática, no se trata de quitar derechos a unos para dárselos a otros, sino de encontrar el equilibrio donde todos puedan coexistir con respeto mutuo. Si pedimos libertad y reconocimiento para nuestras propias ideas, debemos estar dispuestos a conceder ese mismo espacio a los demás, aunque no siempre compartamos sus posturas. Este es el verdadero espíritu de la igualdad y la convivencia.
#109 Ya los has dicho bien ya En la cama, en el baño, en la cocina, cualquier sitio en bueno para unas "negociaciones" y pasando del movil que desconcentra.
#27#29 Claro porque imagino que debe ser muy complicado enviar la voz y su imagen a distancia para dar las órdenes, no se, le podríamos llamarlo telepresencia, a ver si lo inventa alguien que creo que podría ser útil. Y parece que Duna, la alicantina geomorfóloga de formación y profesora en la actualidad en la Vrije University de Ámsterdam conoce esa tecnología. Se tendrá que investigar como lo hizo.
#14 La opción de otra puta masacre es ahora mismo la opción más viable, solo los animales que se adaptan rápido a los cambios del medioambiente son los que modifican sus conductas y consiguen sobre vivir. Este NO ES EL CASO.
En los albores del siglo XXI, la evolución humana estaba en su punto de inflexión. La selección natural, el proceso por el que los más fuertes, los más listos, los más rápidos se reproducen en mayor número que el resto, un proceso que antaño había favorecido los rasgos más nobles del hombre, empezaba ahora a favorecer unos rasgos distintos.
Las obras de ciencia ficción de la época pronosticaban un futuro que sería más civilizado y más inteligente, pero a medida que pasaba el tiempo, las cosas parecían avanzar en la dirección opuesta, hacia un atontamiento. ¿Cómo era posible? La evolución no siempre premia la inteligencia. Al no haber depredadores naturales que diezmaran al rebaño, la evolución empezó a premiar a aquellos que más se reproducían y convirtió a los inteligentes en una especie en peligro de extinción.
#36 No, no podemos decir "vamos a calmarnos" y tragar con que ahora el pronóstico del tiempo pueda ser juzgado.
"Abogados Más Cristianos" tendría que existir y responder a esto.
Bueno ante todo, no perdamos la calma, a AEMET "siempre podrá declarar que Dios lo quiso así" y que eleven la acusación a su dios. Y se las apañen con el.
#140 Pues es lo más sensato que he leído. De todos los comentarios, pero fíjate en un detalle, si lees el resto de opiniones la gente por aquí está pidiendo guerra, como si no nos fuese a afectar. Como si no existieran otras opciones, ni siquiera se han parado a pensar ni por un momento que si esto escala a nivel nuclear, nadie se salva, NADIE. La vida de cada uno de nosotros se verá truncada, no importa de que partido seas, o que creencia tengas, tus proyectos de vida desaparecen. El invierno nuclear no hace distinciones y los sufriremos todo ser viviente del planeta, a no ser que seas de los que tengan la "suerte" de morir vaporizados en el epicentro de la explosión nuclear, que dicen que ni siquiera da tiempo a sentir dolor. Detrás de todos estos diálogos arrastrados por la polarización de bandos solo existe una opción viable, y es sopesar y ser muy consciente de lo que se pierde yendo hacia ese precipicio, porque en realidad quien va sufrir esto eres tu, tus familiares, tus amigos y toda la gente que conoces.
Ninguna perdida de terreno de un país merece la extinción de TODA la humanidad.
En los albores del siglo XXI, la evolución humana estaba en su punto de inflexión. La selección natural, el proceso por el que los más fuertes, los más listos, los más rápidos se reproducen en mayor número que el resto, un proceso que antaño había favorecido los rasgos más nobles del hombre, empezaba ahora a favorecer unos rasgos distintos.
Las obras de ciencia ficción de la época pronosticaban un futuro que sería más civilizado y más inteligente, pero a medida que pasaba el tiempo, las cosas parecían avanzar en la dirección opuesta, hacia un atontamiento. ¿Cómo era posible? La evolución no siempre premia la inteligencia. Al no haber depredadores naturales que diezmaran al rebaño, la evolución empezó a premiar a aquellos que más se reproducían y convirtió a los inteligentes en una especie en peligro de extinción.
- Tu niégalo todo, tu no te preocupes, miente lo que haga falta y niégalo todo, no admitas nada, tu aguanta que detrás tenemos un huevo de medios de comunicación que van a decir y afirmar tu relato hasta que cale. Y tranquilo machote que después nos repartimos las ayudas, además recuerda que el tribunal te lo afina.
- Pero Feijóo es que es todo muy burdo....
- Nada, nada, deja a los medios hacer su "trabajo".
En los albores del siglo XXI, la evolución humana estaba en su punto de inflexión. La selección natural, el proceso por el que los más fuertes, los más listos, los más rápidos se reproducen en mayor número que el resto, un proceso que antaño había favorecido los rasgos más nobles del hombre, empezaba ahora a favorecer unos rasgos distintos.
Las obras de ciencia ficción de la época pronosticaban un futuro que sería más civilizado y más inteligente, pero a medida que pasaba el tiempo, las cosas parecían avanzar en la dirección opuesta, hacia un atontamiento. ¿Cómo era posible? La evolución no siempre premia la inteligencia. Al no haber depredadores naturales que diezmaran al rebaño, la evolución empezó a premiar a aquellos que más se reproducían y convirtió a los inteligentes en una especie en peligro de extinción.