Clasificado inicialmente como un USO (siglas en inglés de objeto sísmico no identificado), el origen de la señal se localizó finalmente en un enorme corrimiento de tierras en el remoto fiordo Dickson de Groenlandia. Un asombroso volumen de roca y hielo, suficiente para llenar 10 000 piscinas olímpicas, se precipitó en el fiordo, desencadenando un megatsunami de 200 metros de altura y un fenómeno conocido como seiche: una ola en el fiordo helado que continuó revoloteando de un lado a otro, unas 10 000 veces a lo largo de nueve días...