La Sierra de Guara es fascinante por sus contrastes entre los magníficos y armónicos pueblos y los paisajes abruptos, complejos, que definen una personalidad recia. También lo es porque retratan a los seres humanos, desde aquellos que dejaron muestras de su creatividad e ingenio primitivo en las pinturas rupestres en las cuevas que forman parte del Arco Mediterráneo y consecuentemente son Bien Patrimonio de la Humanidad, hasta los imbéciles que no respetan espacios dignos de admiración como es el Barranco de Basender.